Ir al contenido

Ir al índice

¿Cómo puedo protegerme del acoso?

¿Cómo puedo protegerme del acoso?

CAPÍTULO 14

¿Cómo puedo protegerme del acoso?

Indica si es verdadero o falso:

1. El acoso escolar solo implica maltrato físico.

□ Verdadero

□ Falso

2. Para que exista acoso sexual, tiene que haber contacto físico.

□ Verdadero

□ Falso

3. Las chicas también pueden agredir y acosar.

□ Verdadero

□ Falso

4. Si eres víctima de algún tipo de acoso, no puedes hacer nada para evitarlo.

□ Verdadero

□ Falso

EL MIEDO es algo constante en la vida de millones de jóvenes que sufren acoso escolar. “El viaje en autobús a la escuela era una auténtica tortura: tenía que aguantar desde insultos hasta golpes. Esos quince minutos me parecían eternos”, cuenta Ryan. Otros se enfrentan al acoso sexual. “Uno de los chicos más populares me acorraló en el pasillo y empezó a toquetearme —explica Anita—. No me sirvió de nada pedirle que me quitara las manos de encima. Creía que no le hablaba en serio.”

Otros sufren acoso incluso por Internet. Y tú, ¿también eres víctima del acoso? ¿Hay algo que puedas hacer para ponerle fin? Pues sí, y mucho. Para empezar, comprobemos las respuestas del test anterior y aclaremos así algunas ideas sobre el acoso.

1. Falso. La mayoría de los agresores recurren al maltrato verbal. Las amenazas, los insultos, las burlas o los comentarios sarcásticos también son formas de acoso.

2. Falso. También podría considerarse acoso sexual que te digan una vulgaridad disfrazada de piropo, que te cuenten un chiste obsceno o que te miren con descaro.

3. Verdadero. Los agresores pueden ser de ambos sexos.

4. Falso. Se puede poner freno al acoso tomando algunas medidas, como las que explicamos a continuación.

Ante el acoso escolar, defiéndete sin golpes

A veces, los que te provocan solo quieren ver tu reacción. La Biblia da un consejo útil en estos casos: “No te des prisa en [...] sentirte ofendido” (Eclesiastés 7:9). ¿Por qué no? Porque devolviendo mal por mal estarías añadiendo leña al fuego y creándote más problemas (Romanos 12:17). Entonces, ¿cómo puedes defenderte sin recurrir a los golpes?

No te lo tomes muy a pecho. Cuando lo que pretenden con sus provocaciones es hacerse los graciosos, no te enojes. “A veces es cuestión de no tomarse muy en serio esos comentarios”, dice un joven llamado Eliu. Si ven que no te afecta lo que te dicen, es posible que dejen de hacerlo.

Mantén la calma. Como dice la Biblia: “La respuesta, cuando es apacible, aparta la furia” (Proverbios 15:1). Responder con calma ayuda a aliviar la tensión y, además, es lo último que tu agresor espera que hagas. Es cierto que necesitas mucha fuerza de voluntad para no dejarte llevar por la rabia cuando te están atacando, pero vale la pena. Proverbios 29:11 señala que “el estúpido deja salir” sin control su genio, pero el “sabio lo mantiene calmado”. Conservar la calma y saber controlarte demuestra mucha fortaleza de tu parte. En cambio, lo que el agresor revela con sus actos es una gran inseguridad, frustración e incluso desesperación. De ahí que la Biblia diga: “El que es tardo para la cólera es mejor que un hombre poderoso” (Proverbios 16:32).

Protégete. Aun así, habrá ocasiones en las que no podrás controlar la situación y tendrás que buscar una vía de escape. En estos casos, sigue el consejo de Proverbios 17:14: “Antes que haya estallado la riña, retírate”. Cuando veas que te van a golpear, vete corriendo. Y si no puedes, tal vez no te quede más remedio que tratar de protegerte lo mejor posible.

Informa la agresión. Tus padres tienen derecho a saber lo que está pasando. Quizá te den algunas sugerencias útiles, como por ejemplo que se lo cuentes a un profesor. Seguramente, tanto tus padres como los profesores sabrán manejar la situación con discreción para que el problema no empeore.

En resumen: el agresor no puede ganar si tú no le sigues el juego. Así que no te dejes provocar; domina la situación siguiendo las sugerencias que te hemos dado.

Cómo hacer frente al acoso sexual

Si eres víctima de acoso sexual, tienes motivos de sobra para sentir rabia e indignación. Pero ¿qué puedes hacer? Aquí tienes algunas ideas.

Rechaza con firmeza toda insinuación. No dejes lugar a dudas: los acosadores pueden interpretar un suave “no” como un “sí”, o al menos como un “quizá”. Así que deja claro que se trata de un “no” (Mateo 5:37). Por mucha vergüenza que sientas, nunca reacciones con risitas ni con timidez, pues podrías estar enviando el mensaje equivocado. Responde con firmeza y claridad; esa es tu mejor defensa.

Ponlo en evidencia. Eso fue lo que tuvo que hacer Anita, la joven mencionada antes: “Lo dejé en ridículo delante de sus amigos gritándole que ni se le ocurriera volver a tocarme”. ¿Y sabes qué? Dio resultado. “Todos sus amigos se rieron de él —explica—. Se mantuvo distante durante unos días, pero luego se disculpó y, tiempo después, incluso me defendió cuando otro compañero quiso pasarse de la raya.”

Si hablando no consigues nada, vete. Mejor todavía, vete corriendo. Y si no puedes, defiéndete; estás en tu derecho (Deuteronomio 22:25-27). Una cristiana cuenta: “Cuando un chico intentó agarrarme, le di un puñetazo con todas mis fuerzas y salí corriendo”.

Cuéntaselo a alguien. “Al final, eso fue lo que tuve que hacer —dice Adrienne, de 16 años—. Hablé con mis padres cuando vi que un chico al que yo consideraba un buen amigo no me dejaba en paz. Cuanto más le decía que no, más insistía. Tal vez pensaba que aquello era un juego.” Gracias a los consejos de sus padres, Adrienne supo cómo abordar el problema. Seguro que tus padres también pueden ayudarte.

Está claro que el acoso escolar y el acoso sexual son algo muy serio. Ningún cristiano tiene que resignarse a ser víctima del acoso escolar; tampoco debe tolerar las insinuaciones sexuales ni dejarse llevar por ellas. Sigue las sugerencias que te acabamos de dar y verás que sí puedes hacer frente a situaciones tan complejas como estas.

HALLARÁS MÁS INFORMACIÓN EN EL CAPÍTULO 18 DEL PRIMER VOLUMEN

EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

La presión de grupo tiene una tremenda influencia en los jóvenes. ¿Te gustaría enfrentarte a ella con valor?

TEXTO BÍBLICO CLAVE

“Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos.” (Romanos 12:18)

UNA SUGERENCIA

Si algún compañero te maltrata o te intimida, sé firme y enérgico, pero no agresivo. Dile claramente que deje de molestarte y márchate. Si las agresiones continúan, informa lo que ocurre.

¿SABÍAS ESTO?

Al vestirte con los colores o marcas que caracterizan a cierto grupo de pandilleros, puedes volverte blanco de ataques. Un ex pandillero explica: “Si veíamos a alguien vestido como nosotros y no era de la banda, se convertía en nuestro objetivo. O se unía a nosotros, o le dábamos una paliza”.

¡MANOS A LA OBRA!

Si alguien comienza a insultarme o a provocarme, voy a... ․․․․․

Para no meterme en problemas, tengo que... ․․․․․

¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

● ¿Qué harías para dar la impresión de ser un joven seguro de sí mismo y así reducir la posibilidad de que te agredan?

● ¿Qué puedes hacer si sufres acoso sexual? Piensa en algunas situaciones típicas y en cómo reaccionarías.

● ¿Por qué crees que el acoso sexual es algo que no debes tomarte a la ligera?

[Comentario de la página 123]

“Si sabes que va a haber una pelea, no te metas donde no te llaman y vete a tu casa. Algunos se quedan para ver qué ocurre, y ahí empiezan los problemas.” (Jairo)

[Recuadro de la página 125]

cómo prevenir el acoso sexual

Nunca coquetees. Estarías dando pie al acoso. La Biblia advierte: “Si te echas brasas en el pecho, te quemarás la ropa” (Proverbios 6:27, Traducción en lenguaje actual). Recuerda: coquetear es jugar con fuego.

Vigila tus compañías. Por lo general, los demás pensarán que tienes los mismos valores que las personas con quienes andas. Una joven llamada Carla dice: “Si te juntas con los que parecen disfrutar de los comentarios subidos de tono o que quieren ser el centro de atención, tú recibirás el mismo trato que ellos” (1 Corintios 15:33).

Ten cuidado con la ropa que usas. Si te vistes de forma sensual, muchas personas del sexo opuesto entenderán que quieres llamar su atención. Y eso es precisamente lo que conseguirás (Gálatas 6:7).

Di que eres cristiano. De lo contrario, nadie va a esperar que respetes los principios bíblicos (Mateo 5:15, 16).

[Ilustración de la página 124]

Reaccionar enojado a las provocaciones es como avivar un fuego

[Ilustración de la página 127]

Rechaza con firmeza al acosador