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¿Qué puedo hacer si me siento solo?

¿Qué puedo hacer si me siento solo?

CAPÍTULO 9

¿Qué puedo hacer si me siento solo?

Hace un día precioso, y estás en tu casa aburrido sin nada que hacer. En cambio, todos tus amigos han salido a divertirse. Te has vuelto a quedar solo. Que no te inviten ya es bastante malo de por sí, pero lo que esto implica puede ser incluso peor. Piensas que quizá hay algo de ti que no les gusta y que por eso no quieren estar contigo.

ES POSIBLE que en más de una ocasión te hayas visto en una situación parecida a la que se describe en la página anterior. Sientes como si hubiera un obstáculo que te separara de los demás. La voz te sale entrecortada cada vez que tratas de iniciar una conversación. Y cuando tienes la oportunidad de estar con otros jóvenes, la timidez te paraliza. ¡Qué difícil puede resultar relacionarse con la gente!

En vez de darte por vencido, ¿qué puedes hacer para superar los obstáculos que encuentres? Veamos algunas sugerencias.

Primer obstáculo: una opinión negativa de ti mismo. Algunos jóvenes son demasiado críticos consigo mismos. Están convencidos de que no le caen bien a nadie y de que no tienen nada interesante que decir. Si tú también tienes esa actitud, se agrandará la distancia que te separa de otros jóvenes.

Solución: concéntrate en tus puntos fuertes (2 Corintios 11:6). Piensa en tus virtudes y habilidades, y anótalas aquí.

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Es verdad que tienes defectos, y es bueno estar al tanto de cuáles son (1 Corintios 10:12). Pero también tienes mucho que ofrecer. Si estás consciente de tus puntos fuertes, te sentirás más seguro y podrás librarte de la mala opinión que tienes de ti mismo.

Segundo obstáculo: la timidez. Te encantaría entablar una conversación, pero cuando se presenta la oportunidad, te quedas mudo. Elisa, de 19 años, admite: “No consigo librarme de la timidez. Admiro a quienes son capaces de conversar en las reuniones cristianas, porque a mí me cuesta muchísimo”. Tal vez te pase como a ella, y creas que no hay manera de vencer este obstáculo.

Solución: interésate por los demás. No te preocupes: no tienes por qué convertirte ahora en la persona más extrovertida del mundo. Comienza interesándote por alguien en particular. Jorge dice: “El simple hecho de preguntarle a alguien cómo está o qué tal le va en el trabajo puede ayudarte a conocerlo mejor”.

Una sugerencia: no te limites a hablar con gente de tu edad. Algunas de las grandes amistades que se mencionan en la Biblia surgieron entre personas con una gran diferencia de edad, como Rut y Noemí, David y Jonatán, y Timoteo y Pablo (Rut 1:16, 17; 1 Samuel 18:1; 1 Corintios 4:17). Por cierto, recuerda que una conversación es un diálogo entre dos personas, no un monólogo. A la gente le gusta que la escuchen. Y esto es un punto a tu favor: no tienes que llevar el peso de la conversación.

Anota el nombre de dos adultos a los que te gustaría conocer mejor.

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¿Por qué no tratas de entablar una conversación con alguno de ellos? Cuantos más hermanos cristianos incluyas en tu círculo de amigos, menos solo te sentirás (1 Pedro 2:17).

Tercer obstáculo: un trato desagradable. ¿Conoces al típico sabelotodo que siempre tiene listo un comentario sarcástico y humillante para todo el mundo? ¿Y al individuo que se cree tan justo que siempre está tratando de imponer sus opiniones y criticando a los que no viven según sus normas? (Eclesiastés 7:16.) Seguro que no soportas estar con gente así. Pero ¿pudiera ser que fueras tú quien estuviera actuando de esa manera? La Biblia dice que “el tonto habla muchas palabras” y que “en la abundancia de palabras no deja de haber transgresión” (Eclesiastés 10:14; Proverbios 10:19).

Solución: aprende a ponerte en el lugar de los demás (1 Pedro 3:8). Aunque no estés de acuerdo con los demás, ten paciencia y deja que cada cual diga lo que piensa. Céntrate en las cosas en las que sí concuerdas. Y si opinas algo diferente y crees que debes decirlo, hazlo con tacto y con calma.

Háblales a los demás como te gustaría que te hablaran a ti. Fíjate en este consejo de la Biblia: “Sigan haciendo todas las cosas libres de murmuraciones y discusiones” (Filipenses 2:14). Si discutes constantemente, te ríes de la gente e insultas o criticas a los demás con aires de superioridad, nadie querrá estar a tu lado. Caerás mucho mejor si sigues el siguiente consejo bíblico: “Sean siempre amables e inteligentes al hablar” (Colosenses 4:6, La Palabra de Dios para Todos).

¿Amigos a toda costa?

Tras este breve análisis, es posible que hayas leído alguna sugerencia que te ayude a superar los obstáculos que te separan de los demás. Claro, tienes que ser realista: no es lógico pensar que vas a caerle bien a todo el mundo. Jesús dijo que algunos odiarían incluso a los que hacen lo que está bien (Juan 15:19). Por eso, no vale la pena tratar de hacer amigos a toda costa.

Aun así, haz lo posible por llevarte bien con los demás, pero no hasta el punto de traicionar tus valores cristianos. Samuel, un joven de tiempos bíblicos, decidió que iba a esforzarse por complacer a Dios. ¿Y cómo le fue? Siguió “haciéndose más agradable, tanto desde el punto de vista de Jehová como del de los hombres” (1 Samuel 2:26). Y tú también lo lograrás si pones de tu parte.

HALLARÁS MÁS INFORMACIÓN EN EL CAPÍTULO 8 DEL PRIMER VOLUMEN

Encontrarás más información en el DVD Los jóvenes preguntan... ¿Cómo conseguir amigos verdaderos?, disponible en más de cuarenta idiomas

EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

¿Qué puedes hacer si tu mejor amigo de repente te trata como si fuera tu peor enemigo?

TEXTO BÍBLICO CLAVE

“El que da, también recibe.” (Proverbios 11:25, Versión Popular)

UNA SUGERENCIA

Trata de que la conversación no se detenga. Por ejemplo, cuando te pregunten cómo te fue el fin de semana, no respondas simplemente con un “bien”. Explica lo que hiciste y luego pregúntale a la otra persona cómo le fue.

¿SABÍAS ESTO?

En la Biblia hay indicios de que Moisés, Jeremías y Timoteo tuvieron problemas de timidez (Éxodo 3:11, 13; 4:1, 10; Jeremías 1:6-8; 1 Timoteo 4:12; 2 Timoteo 1:6-8).

¡MANOS A LA OBRA!

Este es mi principal obstáculo: ․․․․․

Esto es lo que pienso hacer para superarlo: ․․․․․

¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

● ¿Por qué se sienten solos algunos cristianos?

● ¿Qué puedes hacer para librarte de la mala opinión que tienes de ti mismo?

● Si tuvieras un hermano menor que se siente muy solo, ¿qué le dirías para ayudarlo?

[Comentario de la página 88]

“Había una hermana de la congregación que quería hacerse amiga mía, pero yo no le hacía mucho caso. Sin embargo, con el tiempo la conocí mejor y me di cuenta de lo tonta que había sido. Ahora es una de mis mejores amigas, y eso que tiene veinticinco años más que yo.” (María)

[Ilustración de la página 87]

Tú puedes acortar la distancia que te separa de los demás jóvenes