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LOS JÓVENES PREGUNTAN

Lo que deberías saber sobre el multitasking

Lo que deberías saber sobre el multitasking

 ¿Te gusta hacer muchas cosas a la vez?

 ¿Eres de los que hacen muchas tareas al mismo tiempo? A eso se le llama multitasking o multitarea. Muchos creen que es más fácil para los “nativos digitales” —los que han nacido en la era digital— y más difícil para los que han descubierto la tecnología ya de adultos. Pero ¿es así?

 ¿CIERTO O FALSO?

  •   El multitasking te ayuda a hacer las cosas más rápido.

  •   Mientras más lo hagas, mejor te saldrá.

  •   A los jóvenes se les hace más fácil que a los mayores.

 Si respondiste “cierto” a alguno de esos puntos, te has dejado llevar por el mito del multitasking.

 ¿De verdad se puede?

 ¿Crees que puedes hacer dos cosas al mismo tiempo? Quizás haya algunas cosas que sí puedas hacer a la vez y te salgan bien. Por ejemplo, si escuchas música mientras limpias la casa, es probable que te quede limpia.

 Pero, cuando intentas hacer dos cosas que requieren concentración, lo más seguro es que te salgan mal las dos. Por eso una joven llamada Katherine dice que el multitasking es “la capacidad de arruinarlo todo al mismo tiempo”.

 “Estaba hablando con alguien y me llegó un mensaje de texto que tenía que responder. Intenté hacer las dos cosas a la vez, pero fue un desastre. No entendí casi nada de lo que me dijo la persona con la que hablaba y, por si fuera poco, escribí mal casi todas las palabras del mensaje” (Caleb).

 Sherry Turkle, una experta en la interacción del ser humano con la tecnología, explica que, aunque pensemos que estamos haciendo bien varias cosas a la vez, en realidad nuestro rendimiento baja con cada nueva tarea que añadimos. Ella aclara que dedicarnos a varias cosas al mismo tiempo produce una reacción química en nuestro cerebro “que nos convence de que estamos trabajando cada vez mejor, cuando en realidad es al revés”. a

 “A veces hablo con alguien mientras escribo un mensaje de texto, y creo que lo estoy haciendo bien... hasta que me doy cuenta de que dije lo que quería escribir y escribí lo que quería decir” (Tamara).

 La gente que intenta hacer muchas cosas a la vez solo se complica la vida. Por ejemplo, suelen tardar más en terminar las tareas de la escuela. O tal vez tengan que volver a hacer algo que pensaban que ya habían terminado. Al final les queda menos tiempo libre para hacer lo que de verdad quieren.

 Con razón, el psicoterapeuta y consejero escolar Thomas Kersting dice: “Imagínate que el cerebro humano es como un cajón en el que uno puede archivar de forma ordenada la información que necesita. Pues el cerebro de alguien que hace multitasking sería como un cajón en completo desorden”. b

 “Mientras más cosas hagas a la vez, más detalles vas a pasar por alto. Al final, acabas con más trabajo y perdiendo el tiempo que pensabas ahorrarte” (Teresa).

Tratar de hacer varias cosas a la vez es como tratar de conducir por dos calles a la vez.

 Te proponemos un método mejor

  •   Concéntrate en una sola cosa. Es difícil, lo sabemos. Sobre todo si estás acostumbrado a hacer algunas cosas al mismo tiempo, como estudiar y mandar mensajes de texto. Pero, mira, la Biblia dice que hay que tener claro “qué cosas son las más importantes” (Filipenses 1:10). No todo lo que hacemos es igual de importante. Así que aprende a decidir qué va primero y céntrate en hacer solo eso hasta que lo termines.

     “Una mente dispersa es como un niño pequeño; aunque es mucho más fácil dejar que haga lo que quiera, a veces le tienes que decir claramente ‘No’” (María).

  •   Fuera distracciones. ¿No puedes dejar de mirar el teléfono mientras estudias? Pues ponlo en otra parte. Apaga la tele y, por duro que sea, olvídate un rato de las redes sociales. La Biblia dice: “Aprovechen el tiempo de la mejor manera” (Colosenses 4:5).

     “Para mí es muchísimo mejor enfocarme en una sola cosa a la vez. Así puedo tacharla de mi lista de tareas y pasar a la siguiente. ¡Cómo me gusta hacer eso!” (Onya).

  •   Cuando te hablen, escucha. Mirar el teléfono mientras te hablan no ayuda a la comunicación y, además, es de mala educación. La Biblia dice que tenemos que tratar a los demás como queremos que nos traten (Mateo 7:12).

     “A veces estoy hablando con mi hermana y ella no para de mandar mensajes o de hacer cualquier otra cosa en su celular. ¡Me desespera! Pero, bueno, yo hago lo mismo a veces, así que...” (David).

a Del libro En defensa de la conversación.

b Del libro Disconnected.