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Dan consuelo y esperanza a las personas mayores

Dan consuelo y esperanza a las personas mayores

La población de Australia, como la de muchos otros países, tiene una proporción cada vez más alta de personas mayores. Algunas se van a vivir a residencias en donde el personal las cuida con amabilidad y atiende sus necesidades diarias.

Claro, los que viven allí no solo necesitan que se atiendan sus necesidades físicas. A veces, algunos se aburren, se sienten solos o incluso abandonados. Los testigos de Jehová les dan consuelo y esperanza al visitar semanalmente dos residencias para personas mayores en Portland, una ciudad del estado de Victoria (Australia).

Charlas bíblicas para personas mayores

Los Testigos de la zona se reúnen con un grupo de mayores y hablan con ellos de algún tema bíblico, como por ejemplo de sucesos conocidos de la vida de Jesús. Un Testigo llamado Jason dice: “Leemos un pasaje de la Biblia con los mayores y luego analizamos el relato juntos”. Muchos de los que asisten a las charlas tienen problemas de salud, así que los Testigos los animan y les dan esperanza hablándoles de la promesa de Dios de que pronto ya no habrá enfermedades ni muerte.

Tony, otro Testigo, cuenta: “Al principio las visitas duraban media hora, pero los residentes querían alargarlas. Por eso, las charlas ahora son de más o menos una hora, aunque una señora nos dijo que quería que duraran dos horas”. Algunos de los mayores no ven, no pueden levantarse de la cama o no pueden sostener objetos, así que los Testigos los ayudan durante las charlas y los animan a participar todo lo que puedan en ellas.

Durante sus visitas, los Testigos y los residentes cantan canciones para alabar a Dios. Los mayores siempre quieren cantar más. John, a un señor mayor que vive en una residencia, dijo: “Nos encanta su música. Nos ayuda a entender lo que aprendemos y a respetar a Dios”. Judith, una señora mayor que es ciega, se ha aprendido de memoria la letra de sus canciones favoritas.

Los Testigos también se preocupan por el bienestar de los mayores. Por ejemplo, un voluntario llamado Brian dice que cuando uno de los residentes no se encuentra bien de salud, lo visitan en su habitación. Él explica: “Conversamos con ellos y les preguntamos cómo se sienten. A veces, regresamos otro día para ver si ya están mejor”.

“Dios los ha enviado”

Muchos de los mayores están encantados con las visitas. Peter, que asiste a las charlas todas las semanas, dice: “¡Qué ganas tengo de que vengan!”. Judith le dice al personal que la cuida: “¡Hoy es miércoles! Por favor, quiero estar lista para el grupo de estudio de la Biblia. No quiero llegar tarde”.

A los mayores les gusta mucho lo que aprenden y se sienten más cerca que nunca de Dios. Después de una charla sobre una de las enseñanzas de Jesús, Robert dijo: “Nunca había entendido este relato de la Biblia. Ahora sí lo entiendo”. David aprendió que orar es muy importante. Él comentó: “Me ha ayudado a ser amigo de Dios y a verlo como alguien real”.

Conocer la esperanza que da la Biblia para el futuro entusiasma a los residentes. Lynette, que vive en una de las residencias, les dijo a los Testigos: “Gracias por traernos el consuelo de la Biblia”. Otra señora se expresó así: “Dios los ha enviado”.

A Margaret le gustaban tanto las visitas que ahora asiste a las reuniones de los testigos de Jehová en un Salón del Reino de la zona. Hace un gran esfuerzo, porque su salud no es muy buena y tiene problemas de movilidad. Ella les dijo a los Testigos: “Ustedes nos han dado una razón para vivir”.

“Es maravilloso lo que están haciendo”

El personal de las residencias también valora mucho las visitas de los Testigos. Anna, una Testigo de la zona, cuenta: “El personal anima a los residentes a asistir a las charlas porque se dan cuenta de que después están más contentos”. Brian, citado antes, añade: “El personal es muy amigable y colaborador. Hacen todo lo que está en su mano para ayudar”.

A los familiares de las personas mayores les gusta mucho ver que sus seres queridos disfrutan de las charlas. La hija de una señora felicitó a los Testigos y les dijo: “Es maravilloso lo que están haciendo por mi mamá”.

a Se han cambiado los nombres de las personas mayores que viven en las residencias.