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Hace 100 años que la revista La Atalaya en ucraniano está disponible para las personas de todo el mundo.

4 DE ENERO DE 2024
UCRANIA

La Atalaya en ucraniano cumple 100 años

La Atalaya en ucraniano cumple 100 años

El primer número de La Atalaya en ucraniano, publicado en enero de 1924.

En enero de 2024 se cumplen 100 años desde que La Atalaya se empezó a publicar en ucraniano. Las buenas noticias llegaron a Ucrania en 1891, y muchos aceptaron el mensaje de la Biblia. En las siguientes décadas, todavía más personas que hablaban ucraniano llegaron a amar las verdades de la Biblia. Sin embargo, debido al panorama político que había en Ucrania a principios del siglo veinte, muchos ucranianos tuvieron que emigrar a otros países, en especial a Canadá y Estados Unidos.

En 1923, mientras el hermano Rutherford estaba de visita en Canadá, invitó al hermano Emil Zarysky a colaborar con la traducción de La Atalaya al ucraniano. Él era hijo de emigrantes ucranianos y hacía poco tiempo que era colportor (ahora llamado precursor) y peregrino (ahora llamado superintendente viajante). Además, él y su esposa, Mariya, tenían cinco hijos. Aun así, Emil aceptó la invitación. En enero de 1924 se publicó el primer número de La Atalaya en ucraniano. Emil continuó trabajando fielmente de traductor durante 40 años. Su hija Rose dijo: “Lo que más recuerdo de esa época es el sonido de las teclas de la máquina de escribir de mi padre resonando por toda la casa”.

En 1964, Emil capacitó a Maurice y Anne Saranchuk para que se encargaran de traducir La Atalaya al ucraniano. Este matrimonio realizó la tarea con entusiasmo. Incluso aprovechaban los descansos en su trabajo para traducir desde el asiento trasero del automóvil. Tiempo después, se hicieron planes para que usaran parte de un Salón del Reino de la zona como una oficina de traducción. En 1977 los invitaron a trabajar en la sucursal de Canadá. Con el tiempo, otros betelitas que hablaban ucraniano recibieron capacitación para traducir La Atalaya y otras publicaciones.

Izquierda: Emil y Mariya Zarysky, los primeros que tradujeron La Atalaya al ucraniano en 1924. Derecha: Maurice y Anne Saranchuk, que comenzaron a ayudar en la traducción de La Atalaya al ucraniano en los años sesenta.

La obra de los testigos de Jehová en la Unión Soviética se prohibió a finales de los años cuarenta. Esta situación duró varias décadas. Así que nuestros hermanos se las tuvieron que ingeniar para introducir en el país La Atalaya y otras publicaciones en ucraniano. Cuando se recibían las publicaciones en la Unión Soviética, se copiaban con mucho cuidado y se distribuían. De esta manera, se les hacía llegar a los hermanos el alimento espiritual que tanto necesitaban. Después de la caída de la Unión Soviética en 1991, los Testigos de Ucrania por fin disfrutaron de libertad religiosa. Poco después se formó un equipo de traducción al ucraniano en la sucursal de Alemania. Más tarde, el equipo se trasladó a Polonia temporalmente antes de mudarse a la nueva sucursal de Ucrania en el 2001. Una hermana que ha colaborado con la traducción al ucraniano durante los últimos 30 años dijo: “Aquellos hermanos que empezaron a traducir, copiar y distribuir La Atalaya contribuyeron al crecimiento de la organización de Jehová que vemos hoy en día. Incluso ahora, pienso en lo duro que ellos trabajaron y eso me motiva a seguir realizando esta labor”.

En la actualidad, millones de personas se benefician de tener La Atalaya en ucraniano. Ahora hay 541 congregaciones y 67 grupos de este idioma en Ucrania. También hay congregaciones y grupos en ucraniano en Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Croacia, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Italia, Polonia, República Checa y Suecia.

La Atalaya en ucraniano es un regalo de Jehová que seguirá ayudando a muchas más personas a poner su confianza en él (Salmo 78:7).