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 TIERRAS Y GENTES

Una visita a Italia

Una visita a Italia

ITALIA es una tierra de contrastes. Posee interminables playas y escarpadas cordilleras; calurosos veranos en el sur y fríos inviernos en el norte. De sus muchos volcanes, solo unos pocos —como el Etna y el Estrómboli— siguen activos.

Es uno de los países con mayor densidad de población en Europa. Por él han pasado árabes, bizantinos, fenicios, griegos y normandos, entre otros pueblos.

Turistas viajando en góndola por uno de los canales de Venecia

Italia está repleta de tesoros artísticos e históricos. Muchas de sus ciudades conservan ruinas de las antiguas Grecia y Roma y ejemplos de arquitectura barroca y renacentista. Además, por dondequiera se pueden ver pinturas, fuentes y estatuas de mármol firmadas por Bernini, Miguel Ángel y Rafael.

La comida desempeña un papel muy importante en la vida de los italianos. De hecho, un buen número de sus costumbres están relacionadas con la cocina local. La pasta suele servirse como primer plato, seguida de carne o pescado con verduras. Como aquí el aceite de oliva se produce a gran escala,  nunca falta en las mesas italianas. La pizza y el risotto son platos de fama internacional.

La pasta es un ingrediente básico de la cocina italiana

Los italianos son amables, hospitalarios y sociables. La conversación es considerada un arte, por lo que es normal ver a la gente charlando en plazas públicas y mientras caminan.

La mayoría de los italianos son católicos, pero muy pocos asisten a la iglesia con regularidad. En las últimas décadas ha disminuido la influencia de esta religión, pues la gente ya no comparte su postura en cuestiones como el aborto y el divorcio.

Cada vez hay más testigos de Jehová en Italia. Son conocidos por dar clases de la Biblia —faceta importante de su labor de predicación— y por vivir de acuerdo con lo que esta enseña. Hay más de tres mil congregaciones repartidas por toda la geografía italiana, y muchas de ellas predican en idiomas extranjeros. En solo diez años se triplicó el número de inmigrantes, por lo que hace falta gente que les enseñe de la Biblia en su lengua materna.

¿LO SABÍA?

A pesar de estar en Roma, la Ciudad del Vaticano es un estado independiente desde 1929, por lo que los italianos la consideran suelo extranjero.

La cordillera de los Dolomitas, en el noreste de Italia